Las sillas ergonómicas están específicamente diseñadas para respetar la postura natural del cuerpo, con asientos, apoyabrazos, respaldos y reposacabezas regulables, además de bases con ruedas. El diseño de cada elemento, sobre todo el del respaldo y el reposacabezas, está pensado para proporcionar el soporte que la columna vertebral necesita durante la jornada laboral. Entre las diferentes funciones, las sillas ergonómicas destacan por su capacidad para ajustar el asiento y los apoyabrazos a la altura de los usuarios para que codos y antebrazos mantengan un ángulo cómodo durante el trabajo. Por otra parte, la regulación del asiento permite que los pies se apoyen en el suelo sin la necesidad de contar con accesorios extra como reposapiés. Además, muchos modelos de sillas ergonómicas están equipados con una base con ruedas para hacer más fácil moverse de lado a lado por el espacio de trabajo y alcanzar objetos cercanos sin necesidad de levantarse de la silla.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir una silla ergonómica?
Cuando se trata de elegir una silla ergonómica adecuada, es recomendable apostar por características como la regulación del asiento, los apoyabrazos y el respaldo para que cada usuario pueda ajustar su forma a sus necesidades.
¿Para qué son los apoyabrazos ajustables de las sillas ergonómicas?
Los apoyabrazos ajustables de las sillas ergonómicas son útiles para adaptar la altura del usuario al espacio de trabajo con el objetivo de reducir la tensión en los hombres y el cuello durante la jornada laboral.
¿Las sillas ergonómicas pueden ayudar a mejorar la productividad?
Sí, las sillas ergonómicas son elementos de oficina que pueden ayudar a mejorar la productividad de los trabajadores al reducir el malestar mediante una postura cómoda que les permita concentrarse en sus tareas.