Los secamanos eléctricos y dispensadores de papel son un gran aliado para empresas preocupadas por mejorar la higiene y cuidar de la salud de sus empleados en la oficina. Su función principal es ofrecer una solución rápida para secar las manos tras lavarlas en áreas como los baños o la cocina. Son dispositivos sencillos de utilizar, ya sea tirando del papel en el dispensador o colocando las manos bajo el sensor de los secamanos eléctricos. Representan una manera higiénica de evitar el contacto y la propagación de gérmenes en lugares concurridos. Los dispensadores de papel están diseñados para almacenar las bobinas o formatos plegados, ofreciendo la cantidad adecuada de papel en cada caso para evitar el desperdicio. Entre las diferentes opciones de papel, también disponemos de alternativas sostenibles fabricadas con papel reciclado, una forma de reducir su impacto ambiental gracias a su naturaleza biodegradable. Mientras, los secamanos eléctricos van conectados a la corriente y utilizan corrientes de aire caliente o aire a alta velocidad, reduciendo la necesidad de reponer de tanto en tanto.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo es recomendable optar por un secamanos?
Los secamanos y sus dispensadores son perfectos en entornos concurridos, mantienen el área limpia y ordenada al mismo tiempo que evitan la propagación de gérmenes.
¿Qué tipo de secamanos debería elegir?
A la hora de elegir entre los diferentes tipos de secamanos, ya sea de papel plegado, en bobina o eléctrico, debemos tener en cuenta el tráfico de personas. Los dispensadores de papel hay que recargarlos mientras que el secamanos eléctrico sólo deberá estar conectado a la corriente.
¿Qué diferencia hay entre los secamanos plegados y las bobinas?
En los secamanos plegados, contamos con paquetes de papel individuales superpuestos, haciendo que la extracción del dispensador sea más ágil. Con las bobinas, debemos tirar del papel con algo más de fuerza para separar una unidad de otra, aprovechando el corte microperforado.