Según la normativa de seguridad e higiene en el ámbito laboral, la instalación de vestuarios en una empresa es obligatoria cuando los trabajadores tienen que cambiarse de ropa para ponerse un uniforme o retirarse el equipo al terminar la jornada. Un vestuario además debe ajustarse a los requisitos, de manera que facilite la tarea diaria con total privacidad.
Cada vez más empresas de diferentes sectores cuentan ya con su propio espacio destinado al confort del personal. En muchos casos las compañías no tienen por qué requerir el uso de uniforme, otorgando el uso del vestuario como una comodidad extra que pueden disfrutar los miembros del equipo cuando lo necesiten.
Sin importar el tipo de situación, los vestuarios tienen que cumplir con los requisitos básicos marcados por la ley según el Real Decreto 486/1997. ¿Qué dice la normativa al respecto? Te lo contamos a través de esta completa guía.
Basados en la normative laboral y de prevención de riesgos para los trabajadores, el Real Decreto 486/1997 recoge estos requisitos legales a la hora de acondicionar las dependencias para que los empleados se cambien cómodamente:
Así mismo, la empresa es responsable de proporcionar la información a los usuarios sobre cómo hacer un buen uso del espacio y las instalaciones, promoviendo un ambiente óptimo para proteger a los empleados.
Como ya hemos mencionado, los vestuarios en una empresa no son solo un elemento de comodidad para los trabajadores. La ley obliga a algunas compañías específicas a asegurar la implantación de este tipo de infraestructuras, cumpliendo la normativa en cuanto a las funciones que se realicen dentro de este espacio.
Los trabajadores pueden cambiarse de ropa en el vestuario, almacenar sus pertenencias en su taquilla personal, así como hacer uso durante los descansos, y por ello, debe ajustarse a los requisitos de salud e higiene establecidos en estos puntos:
La normativa de prevención de riesgos laborales en España dictamina que los vestuarios son esenciales cuando los empleados necesitan cambiarse de ropa por razones laborales. Por lo tanto, la ley aplica a sectores donde se manejan sustancias peligrosas, si hay riesgo de ensuciarse, o si es necesario llevar un equipo de protección concreto, como batas, monos de trabajos o delantales.
Por el contrario, si el empleado no necesita cambiarse de ropa, la compañía no está obligada a incluir un vestuario. Sí que es recomendable destinar al menos un lugar en el que los empleados puedan dejar sus objetos personales de manera segura, como taquillas o armarios cerrados individuales.
En primer lugar, el vestuario tiene que estar dividido en dos espacios separados, para hombres y mujeres. Ambos tienen que contar con espacio suficiente según el número de empleados, para que puedan cambiarse cómodamente.
El espacio tiene que estar bien ventilado, con buena iluminación y cumplir con las condiciones higiénicas esenciales. Así mismo es esencial que esté ubicado cerca del puesto de trabajo, y que cuente con accesibilidad para personas con discapacidad.
Algunos vestuarios cuentan con zona de ducha y aseo. Otro básico es asegurarse de que cada trabajador cuenta con su propia taquilla con sistema de cierre seguro. Los vestuarios deben ser privados y estar exentos de cualquier riesgo, con zonas independientes y privadas.
El Real Decreto 486/1997 hace especial hincapié en la obligatoriedad de la instalación de taquillas privadas en los lugares de trabajo. Ya sea en empresas que necesitan disponer de vestuarios de forma obligatoria, como en las que no están sujetas a este requerimiento, cada empleado debe disponer de una taquilla con cerradura para sus pertenencias.
Las taquillas más básicas son aquellas que se destinan para mantener objetos personales como bolsas, ropa, calzado, y otros efectos personales. Para que las posesiones queden bajo recaudo durante la jornada laboral y no se produzca ninguna pérdida, los taquilleros tienen que ser individuales y con cerradura que solo pueda abrir la persona responsable.
En caso de que haya que usar taquillas para dejar la ropa de trabajo y la ropa de calle separada, algunas empresas tienen que asegurar más espacio o proporcionar taquilla doble o con compartimentos separados. De esta forma se evita el contacto entre la ropa posiblemente sucia y contaminada, y la ropa limpia.
Hay determinados sectores en los que es imprescindible vestir ropa de trabajo, uniforme o ropa de seguridad especial, que no se permite usar fuera del entorno laboral. Es decir, el trabajador no puede venir con la ropa de trabajo desde casa, y en ocasiones, la ropa de trabajo tiene que ser dejada en el mismo vestuario antes de irse.
Los principales sectores donde es obligatorio contar con un vestuario correctamente equipado, con sus correspondientes taquillas son:
De la misma forma, la instalación de vestuarios es obligatoria para empresas de otros sectores en las que los trabajadores tengan que cambiarse. Si tienes dudas sobre si tu empresa necesita o no un vestuario y qué características debe cumplir, recurre a la normativa para asegurarte de las medidas necesarias por ley.
No es obligatorio en todas las empresas. Según el Real Decreto 486/1997, una empresa debe instalar vestuarios cuando los trabajadores deben usar una ropa de trabajo o uniforme específico.
Sí, cada trabajador debe tener su propia taquilla con cierre de seguridad para guardar sus objetos personales de manera segura mientras están trabajando. Sí, cada trabajador debe tener su propia taquilla con cierre de seguridad para guardar sus objetos personales de manera segura mientras están trabajando.