Un documento sigue siempre la misma vía. Desde que llega, debe ser clasificado por orden de urgencia, tratado y reclasificado después para posibles consultas antes de ser archivado. Llegada su prescripción o caducidad, será destruido. La idea es establacer un orden desde el comienzo del circuito combinando el etiquetado y la titulación (clasificación temática), la fecha (cronológica) y la urgencia (empleo de subcarpetas de colores diferentes según la importancia). Siguiendo este procedimiento, cualquier documento puede disponerse para consulta de la forma más eficaz: conociendo su circuito.
Consejo: visto el padecimiento general, os recomendamos hacer una lista en Excel que incluya nombre-altura-talla-vestido/traje disponible. ¿Por qué? Porque la oficina en estos días se convierte en un auténtico Wallapop verbal, con el "¿qué tienes para dejarme?" como pregunta de bandera. Una lista ordenada y compartida puede evitar quebraderos de cabeza.
TRUCO: utiliza subcarpetas de colores que se correspondan con la importancia del documento: rojo para los urgentes, verde para los que pueden esperar una semana, por ejemplo; negro para clasificar directamente... Como alternativa, puedes utilizar etiquetas de colores: rojo, pendiente de revisar; verde, revisado, por ejemplo.